Se proyecta una intervención global que reforma la plaza de A Paradela y su entorno para interrelacionar los diferentes espacios inconexos que existen en la actualidad y mejorar la movilidad.
La mejora de la movilidad de la zona en estudio y la recuperación del espacio público para los ciudadanos es uno de los pilares fundamentales de la intervención.
La consecución de espacios de relación de calidad es básica para que los lugares creados adquieran el valor representativo que se pretende conseguir.
El proyecto debe revalorizar y potenciar los valores arquitectónicos propios de los espacios urbanos y de los edificios del área en estudio, especialmente de la plaza del Concello y del propio edificio consistorial, situados de forma tangencial en el conjunto.
Se pretende la creación de un espacio único, relacionado, que una la plaza de A Paradela con la plaza del Concello y que se comunique, a su vez, de forma fluida y adaptada, con las vías de acceso al área.
La plaza del Concello debe ser integrada en el espacio renovado para centralizar su posición y eliminar su tangencialidad actual. La eliminación (limitación) del tráfico rodado perimetral y continuo de la plaza de A Paradela es fundamental para garantizar esta relación.
Se formaliza de un espacio único y abierto que incluye la calle Ángel Urzáiz, la parte norte de la plaza de A Paradela y la plaza del Concello.
Desde esa plataforma se desciende, adaptándonos a la topografía, hasta la cota inferior de la plaza, donde los únicos elementos que destacan volumétricamente son los árboles.
Se plantea la recuperación del agua como fuente de vida de la plaza. El canal abierto de agua se convierte en el elemento vertebrador, de la plaza.
El ruido, el movimiento, el brillo del agua es base de la dinamización serena de la plaza.
Se busca una imagen de conjunto, integrada, donde la plaza y su perímetro sean parte de un todo, no elementos inconexos como en la actualidad.
La plaza debe volver a ser un lugar de reunión, descanso, de actividad social.
En el entorno próximo a la plaza de la eliminación del tráfico rodado (tráfico únicamente testimonial limitado a residentes, carga/descarga, servicios de urgencia, etc.) del entorno de Centro de Salud actual, calle Ángel Urzáiz y de la propia plaza de A Paradela, permitirá la comunicación adaptada de varios focos neurálgicos de la vida social del casco urbano.
Es parte fundamental de la intervención la eliminación de barreras arquitectónicas mediante la creación de plataformas únicas, zonas de tránsito peatonal donde no existan desniveles.
Las zonas de calzada de las calles Ángel Urzáiz, Portugal y Manuel Alonso (hasta el cruce con la Calle Otero Pedrayo), se repavimentarán para situarlas a la misma cota que las aceras, de forma que se garantice la creación de itinerarios de calidad espacial, adaptados y con anchos capaces.
La creación de nuevos espacios verdes es otro de los elementos prioritarios, mediante la inserción de nuevos árboles en la trama urbana.
La eliminación del tráfico rodado de los centros urbanos es motivo de controversia y discusión en el momento de implantación, pero la comprobación de los beneficios de estas actuaciones es perceptible rápidamente tras la ejecución de las intervenciones. Este hecho es fácilmente verificable en ciudades y pueblos del entorno próximo del Concello de Gondomar, destacando especialmente la ciudad de Pontevedra, que ha obtenido múltiples galardones por sus trabajos por la mejora de la movilidad urbana y la recuperación de los espacios públicos.