HUMANIZACIÓN DEL ENTORNO DE LA PLAZA MANUEL ALONSO (ALAMEDA) DE GONDOMAR
Antecedentes y condicionantes de partida:
Hoy en día la plaza está rodeada de aparcamientos y tráfico rodado, situándose sobre elevada, fundamentalmente con respecto a las calles Cruz de Mera y Manuel Losada; dispone de un pavimento a base de losas de granito de la zona, en buen estado, y una serie de árboles y bancos de piedra colocados sin demasiado orden. Las calles adyacentes disponen de aceras de losas de granito, adoquín y baldosa de hormigón, siendo la mayor parte de ellas muy estrechas para la circulación peatonal, las calzadas están resueltas con adoquín de granito. En definitiva, la parte triangular de la plaza, funciona como una “isla” segregada del resto del espacio. Existe una fuente de piedra en el lado del triángulo en contacto con la calle Cruz de Mera. El conjunto se completa con instalaciones aéreas que atraviesan la plaza, luminarias de distintos tipos y otros elementos colocados sin orden ni criterio que conforman un espacio contaminado visualmente y caótico.
Objetivos de la intervención:
El objeto del presente trabajo es la recuperación de la “Alameda” y su entorno para el uso fundamentalmente peatonal, de manera que la mayor parte de las calles adyacentes se incorporen al espacio peatonal de la plaza, entendiéndose como tal al formar parte de ella.
El ámbito de actuación está constituido por la plaza de Manuel Alonso Pérez, C/ Cruz de Mera, C/ San Benito y C/ Manuel Losada; incluyendo estas dos últimas hasta su encuentro con la C/ Eduardo Iglesias; se completará el ámbito con la inclusión de la C/ Párroco Fernández hasta las escaleras de acceso al atrio de la iglesia de San Benito.
Evolución histórica del ámbito de actuación
Se puede decir que la villa de Gondomar es una villa planeada a la vista del primer documento gráfico que se puede analizar, el cual es el plano del ingeniero Ramiro Pascual realizó para el Proyecto de Reforma y Ensanche de la villa de Gondomar el 25 de junio de 1900. Antes de esa fecha se sabe por la documentación escrita que la villa estaba constituída por unha serie de barrios. Uno de ellos era el barrio de la Paradela en la plaza del ayuntamiento y otro de mayor importancia hasta que se creó el ayuntamiento en el siglo XIX era el que se situaba en la parte posterior de la iglesia de San Benito. De la observación del plano de Ramiro Pascual se intuye que existían los dos barrios, dada la agrupación irregular de las edificacións en torno a los caminos medievales conformando un asentamiento característico del territorio. Uno de esos caminos era el camino de San Benito o Fuente de Mera que era la única comunicación entre el barrio de la Paradela y el barrio de la Iglesia, el cual forma parte del ámbito de actuación.
Este Plan de Ramiro Pascual diseñaba una malla con manzanas con esquinas en chaflán siguiendo los criterios de la época inspirados en el ensanche de Barcelona proyectado por Ildefonso Cerdá. Aunque el plan era moderno para la época tenía reminiscencias barrocas proponiendo tres calles en tridente al igual que Versalles o la “Piazza del Pópolo” en Roma.
Este Plan marca el diseño urbano posterior dejando su huella en la trama urbana co seu trazado viario con las manzanas típicas con esquina en chaflán como se señaló.
Una de esas manzanas, que no se llegó a construír, se convertiría en la plaza de Manuel Alonso, que se limitaba por la Avenida de la Iglesia, la Primera Longitudinal (camino Fuente de Mera) y la cuarta transversal.
La manzana triangular que acabo siendo la plaza se decide que se convierta en ello a finales de la década de los años 20 del siglo XX, los terrenos fueron cedidos por la familia de Manuel Alonso Pérez con la condición de fuera dedicada a plaza y llevará su nombre; el resto de los terrenos fueron expropiados junto con una pequeña casa que se situaba en la esquina de la calle de Cruz de Mera y Manuel Losada.
En el año 1950 se acondiciona la plaza dejándose el pavimento en tierra y trasladándose la fuente hasta la situación actual.
El pavimento de tierra permanece hasta el año 1971, en que Bar Boo presentó un proyecto de urbanización pavimentación que fue ejecutado por el contratista José Soliño Iglesias. El pavimento actual de la plaza es el resultado de una intervención de los años 90 del siglo XX, según las directrices del aparejador Alfonso Soliño Troncoso, dotando a la plaza con el pavimento actual de losas de granito de la zona. Prácticamente es el estado actual de la plaza que tuvo pequeñas intervenciones, durante estos años del siglo XXI, como el ensanchamiento de la acera de la calle San Benito y su iluminación y otra serie de pequeñas actuaciones aisladas.
Memoria justificativa del proyecto:
Como se explicó anteriormente la plaza es una isla triangular peatonal rodeada de calles con tráfico rodado, aparcamientos y aceras estrechas que no permiten adecuadamente el tránsito peatonal. Es un espacio segregado, desordenado y con muchos elementos distintos y bastante desafortunados que producen una gran contaminación visual.
La función de conexión, tanto espacial como propiamente física con la iglesia de San Benito no está conseguida de manera adecuada. El caos visual reina en todo el ámbito siendo el coche el elemento dominador dificultando el acceso y conexión con la “isla peatonal” sobre elevada y aislada.
La idea de la remodelación pretende devolver el espacio público al peatón, siendo este el dominador del mismo, cumpliendo el criterio de la “REDE ÁGORA” se pretende ocupar como uso peatonal más del 50% del espacio que hoy en día está conquistado por el coche. De esta manera se enlazaría la calle peatonal de Párroco Mariño con la Calle Manuel Losada, la subida a la iglesia (calle Párroco Fernández) y el tramo del ámbito de la Calle Cruz de Mera. Estas calles tendrían tráfico exclusivo de los residentes, pero serían peatonales; únicamente la Calle San Benito tendría delimitado una zona de tráfico rodado de salida a la calle Eduardo Iglesias.
Se busca la recuperación del espacio urbano para los peatones y la creación de zonas de convivencia y relación social que favorezcan la vida colectiva, el comercio de proximidad, el esparcimiento y el disfrute.
Para evitar la segregación existente y dar respuesta a esa idea se dispondría una plataforma unificada en todo el ámbito sin saltos entre los distintos lugares, adaptada a la topografía.
Se conservaría el pavimento de losas de granito de la plataforma triangular que corresponde con la traza de la manzana del plano de Ramiro Pascual, abatiendo el plano para conseguir la plataforma única en todo el ámbito, el resto del ámbito se pavimentaría en losas de granito albero.
De esta manera se conseguiría la organización de un plano continuo del mismo material que unificaría una de las dimensiones de una plaza que se completaría con las dimensiones de las edificaciones existentes.
En paralelo y en consonancia con estas ideas se trataría de enfatizar la conexión con la iglesia de San Benito, dando respuesta a lo que estaba planteado en el plano de Ramiro Pascual con la Creación de la Avenida de la Iglesia con características barrocas.
Se enmarca la perspectiva con el diseño de una línea de árboles, intercalada con una línea de iluminación que potencia la conexión, tanto de noche como de día.
Parece que existe una deuda histórica y nunca se acabó de conectar espacialmente y desde el punto de vista del diseño urbano el barrio de la Paradela y el barrio de la Iglesia. Con esta remodelación se pretende formalizar esta deuda histórica, con la creación de un gran espacio peatonal desde la plaza de la Paradela hasta el atrio de la iglesia de San Benito.
La calle Manuel Losada (antigua Avenida de la Iglesia) se prolonga incluyendo las aceras de la Calle Eduardo Iglesias para marcar su jerarquía. Con los despieces o la estereotomía de los pavimentos de granito se pretende responder a estos planteamientos y poner de manifiesto las “trazas de la historia del lugar”.
No se pierde la unidad del espacio público ya que el material es el mismo, pero con las losas de granito de 50 cm. de ancho se marca la antigua Avenida de la Iglesia, con el despiece de 20 cm que atraviesa las calles San Benito y Manuel Losada se rememora el antiguo camino medieval de Fuente de Mera y con la conservación del pavimento del triángulo achaflanado se marca la manzana propuesta en el plano de Ramiro Pascual.
El resto de las losas del pavimento se disponen en un ancho de 30 cm. correspondiendo con las calles San Benito y parte de Cruz de Mera.
El ámbito se entiende como charnela de unión de los barrios antiguos de la villa tal como se proyectaba en el año 1900 por Ramiro Pascual y se conecta adecuadamente con los espacios peatonales existentes.
Se entiende el ámbito como “plaza” en donde el espacio libre sirve para la disposición de las abundantes terrazas existentes, la celebración de distintos eventos como las fiestas patronales de San Benito.
La disposición de la línea de árboles, iluminación y mobiliario definen espacialmente la perspectiva que interesa, pero no impide la permeabilidad del espacio. Los árboles de hoja caduca que se dispondrán, se pretende que alcancen un gran porte para enmarcar la perspectiva, dotar de sombra a la plaza y dotar de un fondo adecuado al espacio en lugar de las edificaciones de la calle Manuel Losada, las cuales son las menos afortunadas del conjunto.
La iluminación se completa con luminarias en las fachadas con la idea de eliminar más elementos verticales de confusión en el conjunto y la fuente existente se traslada a un lugar más singular como la esquina truncada en donde se cruzan la calle San Benito y Cruz de Mera, y se forma una serie de visuales que potencian el elemento; por otra banda esta situación sirve para liberar la plaza para la organización de los distintos eventos que se puedan realizar en la misma.
El objetivo de la humanización es la consecución de un espacio de relación, amable para el ciudadano, inclusivo y accesible donde la comunicación se realice sin barreras arquitectónicas, siguiendo los principios de la Red de Concellos Ágora, que son:
1. EL ESPACIO PÚBLICO ES UN DERECHO
Las actuaciones que se pretenden realizar van dirigidas a crear un espacio público que se nutra del diseño cívico, generando lugares seguros para las personas, que permita las relaciones entre las mismas y de éstas con el entorno.
La noción de que “el espacio público es un derecho”, articula la propuesta, y está estrechamente ligada a la idea de “espacios para todos”, que, mediante un diseño universal, genera espacios para satisfacer las necesidades del mayor número posible de personas.
2. LAS PERSONAS PRIMERO
El nuevo espacio se concibe como un espacio de reunión, ocio y cultura que permitirá afianzar a las personas como protagonistas. Se generarán distintos ambientes que posibilitarán el desarrollo de actividades potenciadoras del desarrollo del individuo, mejorando sus relaciones sociales, de forma más segura y generadora de vida comunitaria.
3. MOVILIDAD INCLUSIVA
La propuesta orientará sus esfuerzos para lograr espacios y ambientes inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, con especial atención a las personas mayores y/o con movilidad reducida. La actuación asegurará la continuidad de los recorridos peatonales y accesibles en el ámbito de actuación y su entorno.
4. AUTONOMÍA INFANTIL
Con la propuesta se buscará generar espacios seguros e integrados en el entorno rural, protegidos de los peligros del tráfico rodado, espacios para el juego libre y espontáneo, de desarrollo y experimentación.
5. MOVILIDADES ALTERNATIVAS
Uno de los principales cambios vendrá determinado por las restricciones al tráfico rodado asociadas a la actuación. De esta manera se creará un espacio confortable que posibilite introducir actividades como caminar en la vida cotidiana de la comunidad y su entorno.
6. ESPACIOS SEGUROS
La actuación surge del convencimiento de que los espacios deben adaptarse a las necesidades de los distintos grupos sociales de manera inclusiva y estará diseñado para que se pueda acceder caminando y sin obstáculos a todos los lugares necesarios en condiciones de confort y seguridad. Se contemplará la creación de filtros tanto naturales como artificiales coincidiendo con las zonas de uso mixto (con prioridad peatonal) que ahonden en la seguridad y el confort de las personas
7. HABITAT SALUDABLE
El nuevo espacio buscará mejorar la vida de los ciudadanos mediante la creación de un espacio público de calidad, un espacio de relación, vinculando aspectos como la accesibilidad universal, las variables de confort o las variables perceptivas.
8. ESPACIOS AMABLES Y DE CALIDAD
Se concibe el espacio público de calidad, como un lugar que pueda ser utilizado y disfrutado por todo tipo de personas, sin restricciones.
De igual modo, se incluirá la presencia de elementos naturales y el empleo de la vegetación para ahondar en la idea de salud, educación y el bienestar psicológico de la comunidad.
9. ACTIVIDAD ECONÓMICA DE PROXIMIDAD
Las actuaciones que se llevarán a cabo tienen muy presente la actividad comercial existente en el entorno de la actuación y la tradición de la Parroquia y con ella se pretende regenerar y potenciar la actividad comercial característica del entorno rural en el que se enclava.
10. MOVILIDAD SOSTENIBLE
La propuesta estudia las alternativas para el aparcamiento y circulaciones de tráfico rodado en el entorno, así como medidas de contención y restricción en el uso del coche.
Se describen, a continuación, los puntos principales del proyecto:
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Eliminación de la plaza elevada actual para la creación que permita una comunicación transversal en todos los espacios.
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Eliminación del tráfico rodado de dos de las tres vías, y restricción sólo a residentes en la calle Cruz de Mera y en la calle Manuel Losada.
Esta intervención posibilita la creación de una plataforma mixta, de uso prioritario del peatón, en calle San Bieito que posibilite la transversalidad de la comunicación peatonal. Se evitará la ocupación del espacio peatonal lateral con la situación de bolardos o similar.
La reconfiguración del resto de los espacios peatonales mediante plataformas únicas posibilita el libre movimiento de los peatones (itinerarios accesibles), y la consecución de espacios de descanso y de juego. Esta intervención favorecerá el comercio de proximidad, potenciará el comercio local y se verá activada la hostelería, a la vez que se compatibilizará con la actividad infantil, segura y controlada, en la plaza central.